‘Sugar’ ha
perdido la famosa ‘mirada del tigre’, esa
fuerza interior que inspira al guerrero en la batalla a avanzar cuando el
cuerpo pide retirada, a seguir cuando la razón dice basta. Hoy, deambula por
los cuadriláteros tratando de convencerse a sí mismo, y a los demás, de que aún
queda algo en el tarro de las esencias. Pero la desnudez del boxeador poco
permite esconder.
La historia de Mosley está llena de éxitos y fracasos en el
boxeo de mayor nivel. Con 19 años de carrera profesional nunca ha sido
noqueado. Bestia negra, por partida doble, de Óscar De La Hoya, tropezó con Vernon
Forrest y Ronald Wright, dañando
su historial. Pese a comenzar el declive, logró rentables peleas ante los dos
más grandes de la actualidad, Pacquiao
y Mayweather.
Estos encuentros supusieron la confirmación de que su etapa
en primera línea de fuego había llegado a su fin. Pero, a veces, un hombre no
puede hacer lo que realmente quiere. Ahora, él mismo lo reconoce, pelea sólo por
dinero. Esta situación se debe directamente al proceso de divorcio realizado
con su exmujer, Jin Mosley, quien le
ha causado una merma entorno al 50% de su patrimonio.
Amén de los gastos destinados a la manutención de sus tres hijos
en común (Mosley tiene cuatro). “He pasado por algunos asuntos personales,
así que tengo que recuperar todo lo que he perdido y seguir mi camino”, decía
este deportista de 40 años. “Pero para
lograrlo, tengo que hacer lo que sé hacer en el ring". Tras 56 peleas
en sus puños, no parece que la cosa vaya a mejorar.
Gana menos de lo que solía cobrar y sólo le queda su nombre.
Pero siempre hay luz al final del túnel. Shane
debe seguir su camino, pero debe elegir otra ruta y no tiene por qué ser alejada
del boxeo. Tiene amistades, conocimientos, curriculum e incluso vuelve a
disfrutar del amor con su nueva novia, la modelo Bella González. Un campeón nunca se debe rendir, ni dentro, ni
fuera del cuadrilátero.
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