Siempre se suele identificar al campeón con el mejor y ese,
en la división de las 130 libras, es Adrien
Broner. Este pasado sábado se enfrentaba a su rival más importante hasta el
momento, una prueba de fuego, de esas en las que se separa el grano de la paja.
Y, desde luego, todo el ruido que produce Broner está sobradamente justificado,
como se ha podido ver en sus últimos encuentros.
Con tan sólo 23 años, este amante del rap tiene en su haber el título mundial superpluma
de la OMB y el ligero del CMB, se mantiene invicto y es el mejor en su división, con diferencia. Ante DeMarco mostró todas sus virtudes y se comportó con la
sangre fría y buen hacer que tienen los elegidos, con esa forma de parar el tiempo
y adelantarse a los movimientos de sus rivales, anulando toda posibilidad de
reacción.
El talentoso de Sinaloa, de 26 años, no pudo incomodar al
aspirante con su zurda, ni tampoco resquebrajar la guardia de Broner, cuyos
movimientos y sistema defensivo resultan fácilmente identificables con los de Floyd Mayweather, algún buen golpe al
cuerpo y poco más. DeMarco se asfixiaba en la pelea y los upper y efectividad
de su rival mermaban su condición a cada minuto.
Finalmente, en el octavo asalto, DeMarco termina hincando la
rodilla en el suelo y su esquina tira la toalla con buen criterio, visto que el
final sólo tenía un camino y ese no aportaba más que sufrimiento y castigo a su
pupilo. El nuevo campeón da un golpe sobre la mesa y muestra sus
credenciales como uno de los mejores libra por libra del mundo, aunando calidad
y espectáculo.
El apodado como ‘The Problem’ se convierte en un
quebradero de cabeza para sus rivales con su técnica, velocidad y potencia.
Salvando las distancias, siempre relativas, es una versión más joven y liviana
de Mayweather, con un estilo y calidad similares pero con mayor pegada (21 ko en 25
victorias). Todavía queda mucho por andar y golpes que asimilar pero, quién sabe
hasta dónde puede llegar.
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